Una tarde mientras leía en su inmensa biblioteca, su mujer, quien le compraba los libros que él expresamente le pedía, le dio un libro que según ella, un hombre mayor con una barba muy poblada le dio por la calle.
La conversación entre el anciano y la mujer fue breve pero clara:
Anciano - Hola señora, me han dicho que es usted la mujer de un señor llamado Jonh Stevens,
¿no es eso cierto?
(Se produce una breve pausa).
Mujer de John- Si señor, ¿en qué podría ayudarle?
Anciano- Bueno es por si podría darle este libro a su marido de mi parte.
(Saca el libro lleno de polvo mientras tose).
Mujer- ¿Claro que si caballero de parte de quien le digo que es?
Anciano- Dígale que es de un viejo que conocerá más tarde.
Mujer- Bueno si no necesita nada más me voy que tengo prisa.
Anciano- Hasta que el destino nos junte de nuevo.
(La mujer se va a ir pero se da la vuelta para preguntarle su dirección pero el anciano desapareció).
La mujer llega a casa y le da el libro a su marido, dice que un hombre muy raro se lo dio para él y que ella no lo abrió en ningún momento.
El hombre entusiasmado limpia el libro de polvo y lo abre, solo encuentra escrita la última pagina que dice así: "Tú eres el elegido para salvar al mundo de las guerras y los problemas del futuro, si ignoras este mensaje la existencia de vida de este planeta dentro de 20 años será nula. Si quieres salvar al mundo tienes que ir al 9434 de la calle Sevy allí te dirán lo que hacer."
El hombre intenta ir a aquella calle pero no la encuentra. Tras varias horas buscando encuentra la calle pero tiene algo en particular, está deshabitada.
Intenta salir pero no puede, solo da vueltas a la manzana, es imposible salir.
El hombre desesperado busca gente por la calle para que le ayude y encuentra un indigente con una barba muy larga y densa al que pide ayuda. Este le dice: "No lo hagas por mí, hazlo por la humanidad" y calló desplomado al suelo.
El hombre después de aquello pudo salir de aquel sitio.
Meses después el hombre contó su historia a los periódicos y a los informativos y la gente de todo el mundo se convenció de que había que salvar el planeta.
John había hecho bien su trabajo.
Muy intrigante, Alberto.
ResponderEliminarUna ligera corrección: "cayó al suelo" (del verbo caer, con y).
Saludos cordiales.